Descubrimos la ciudad más bonita de Tenerife, La Laguna, en 3 días, con un recorrido que nos llevará a sumergirnos en la historia de esta ciudad colonial y a conocer su rico patrimonio natural y cultural.
Desde parajes que parecen sacados de una película, que se adentran entre bosques de laurisilvas, a un paseo por su costa donde los atardeceres junto al Atlántico nos regalan paisajes de ensueño. Todo ello unido a un recorrido por su pasado, por el casco histórico de la ciudad más antigua de Canarias, que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
La Laguna es de esos lugares con una fuerte identidad propia, ideal para quienes viajan con esa curiosidad y ganas de conocer el estilo de vida y costumbres locales. En esta propuesta de itinerario y planes, sacaremos el máximo partido posible a nuestra estancia de 3 días en La Laguna.
Día 1: La Laguna y su casco histórico
A nadie se le escapa que La Laguna es ciudad colonial. Arrancamos el primer día visitando su casco histórico, paseando por las calles del centro y conociendo un poco más de su pasado. Es de esos lugares donde la historia vibra en cada rincón. Su arquitectura colonial, su ritmo, su agenda cultural, van de la mano para ofrecerte un plan inolvidable de viaje. Aquí te contamos todo lo que puedes hacer en este primer día en La Laguna.
Día 2: La Laguna y su Reserva de la Biosfera
El segundo día de nuestro paso por La Laguna lo dedicamos a explorar su naturaleza. Y es que no sólo es la mejor medicina para combatir el estrés y desconectar, sino también la mejor oportunidad para conocer esos paisajes naturales por los que merece la pena viajar.
Nos pondremos las botas para adentrarnos en los bosques y cumbres de esta localidad, en una de las zonas más antiguas, verdes y húmedas de Tenerife. Y es que en La Laguna se ubica parte de la única Reserva de la Biosfera de la isla, Anaga. Tanto si buscas aventura como si quieres un día de relax en la naturaleza, aquí lo encontrarás. Las opciones son diversas, ya que cuenta con una amplia red de senderos que se adentran en algunos de los espacios naturales más bonitos de la isla, considerados el pulmón de Tenerife.
Sus paisajes pintados de verde, donde el silencio roza lo ensordecedor, bendito regalo, gozan de gran relevancia natural y cultural, y visitarlos es como embarcarse en un viaje en el tiempo, para conocer de primera mano uno de los pocos reductos de laurisilva que quedan en toda Europa y cuyo origen se sitúa en los 40 millones de años de antigüedad.
Troncos retorcidos y llenos de musgo, insectos y aves de especies diversas, profundos valles y barrancos que se dibujan sumergidos entre cumbres que se alzan imponentes, comparten protagonismo en una postal que no olvidarás y que levantan el ánimo a cualquiera.
Podemos arrancar nuestro recorrido en la zona de Cruz del Carmen, el punto de mayor biodiversidad endémica por metro cuadrado de toda Europa. Aquí la riqueza natural te dejará con la boca abierta. Es de esos lugares en los que perderse por completo para vivir una experiencia de total armonía y simbiosis con la naturaleza.
Dependiendo del tiempo del que dispongas en tu visita, y de las ganas que tengas de pateo, podrás elegir entre varias rutas, de diferente longitud e intensidad, pues hay diferentes opciones y todas ellas muy atractivas. Una propuesta única y sugerente que no debes pasar por alto es el popular sendero de los sentidos, que te lleva por un paseo sensorial donde la vista, el olfato y el tacto se potencian entre árboles milenarios. Además, es una ruta corta de poco más de 30 minutos. Toda esta zona ha sido declarada área de protección especial de aves. Así que no olvides dirigir tu mirada al cielo y a los árboles. Si te ves con energía y ánimo, también tendrás opciones más largas, incluso algunas que discurren desde la cumbre hasta la costa.
Nuestra propuesta es dedicar este segundo día por completo a esta zona de montaña y entregarte a los placeres del senderismo. Pero no olvidemos hacer un alto en el camino para visitar el Mirador de Jardina, un espectacular balcón sobre el valle, que te regalará una fantástica panorámica de La Laguna. Si el día está despejado, podrás también divisar el Teide.
Continúa tu tour por esta zona con un recorrido hacia Pico del Inglés. Aquí tendrás muchas opciones también de senderismo y un mirador con unas vistas de 360 grados.
Combina la ruta por este santuario natural con la visita y recorrido por pueblos de la zona con mucho encanto, como el Batán. Adéntrate en estas regiones donde la actividad agrícola ha marcado la identidad de sus gentes. Plantaciones de papas, de trigo, viñedos y otras cosechas, en forma de terrazas, tan típicas de la orografía canaria, dibujan aquí un paisaje único.
En este segundo día en La Laguna, los parajes naturales te harán no sólo querer hacer la maleta cuando antes, sino cambiar el vuelo de vuelta y regalarte unos cuantos días extra de paz y reconexión en un destino privilegiado que te abraza desde el primer momento en que lo pisas. Y es que esto va de experiencias sensoriales que cautivan.
Día 3: La laguna, un paseo por sus pueblos agrícolas y pesqueros
Tu ruta por La Laguna en 3 días no puede terminarse sin dedicarle una jornada completa a explorar los pueblos pesqueros de la costa. Puedes empezar por Tegueste, una localidad pequeña, cuyo casco histórico ha sido declarado Bien de Interés Cultural, donde podrás asomar la mirada a los modos de vida locales, vinculados principalmente a la agricultura. Una inmersión cultural en la que podrás disfrutar también de una ruta de enoturismo, en una localidad que destaca por sus bodegas. Así que ya sabes lo que toca aquí. Parada obligatoria para degustar sus magníficos caldos.
Si tras el día de senderismo de ayer en Anaga, te sigue quedando energía para más pateos, podemos también incluir alguna de sus fantásticas rutas de senderismo, como por ejemplo la de la zona arqueológica del conjunto de cuevas del Barranco de Agua de Dios. Una ruta de 4 horas para conocer un poco sobre el pasado aborigen en la zona.
De camino a nuestra última parada, podemos hacer una visita a Tejina, una localidad que presume por el fervor por las tradiciones. Si el calor aprieta, puedes dirigirte directamente a las piscinas naturales de Jóver, y luego de ahí seguir bordeando la costa hasta la núcleo poblacional de Bajamar para otro chapuzón en el Atlántico y culminar con broche de oro tu recorrido por la zona contemplando el atardecer desde Punta del Hidalgo. Esta zona de costa es admirada por locales y turistas por su tradición pesquera, su avenida repleta de bares junto al mar, y sus magníficas puestas de sol aderezadas con una suave brisa marina y con la estampa del Teide de fondo, que seducen a cualquiera.